La hermeticidad al paso del aire es la supresión de grietas y fugas del exterior al interior de nuestro edificio. En la rehabilitación y construcción de un edificio la hermeticidad es un punto clave, ya que nos garantiza:
La hermeticidad de la envolvente se consigue relativamente fácil. Pero en la práctica no se le da el valor que realmente tiene y no se cuidan sus acabados. En muchos casos todavía se construyen elementos con aislamiento pero sin la hermeticidad al aire hacía el interior y sin la estanqueidad al viento desde el exterior. Dicho esto, para garantizar una hermeticidad óptima, tenemos que tener en cuenta desde la construcción dos puntos clave:
– Sellado de las diferentes uniones entre los elementos de nuestro edificio, como son las cajas de persianas de ventanas, enchufes, puertas, conexiones a la pared…
-Cuidar los puntos en los que la envolvente del edificio rompe su continuidad. Ventanas y sus respectivos marcos o las salidas de instalaciones a cubierta como son las chimeneas.
Debido a la gran importancia que tiene la estanqueidad al aire, en las construcciones pasivas se cuida y se verifica en todas sus fases, principalmente con la regla del lápiz y el ensayo Blower Door.
Punto básico desde proyecto del diseño para una construcción hermética en donde sobre los planos en sección del futuro proyecto, dibujamos una línea fina que pasa por todos los puntos de la sección tanto de forma vertical, sin levantar el lápiz, a que la línea debe ser continua en toda la vivienda. Este método nos permite detectar, los puntos en donde la envolvente pierde su continuidad.
Para conocer in situ la estanqueidad de una vivienda se ejecuta un ensayo denominado de Blowerdoor. En este ensayo se consigue identificar los posibles puntos de la vivienda en donde entra el aire. Esta estrategia se suele emplear en la viviendas pasivas ( viviendas que evitan la utilización de medios activos o mecánicos) para comprobar si su estanqueidad al aire es de 0,6 renovaciones/ hora y poder así cumplir una de los requisitos fundamentales y obtener el certificado de Passivhouse.
Durante el test, se instala un ventilador que extrae el aire interior de la vivienda y permite que el aire exterior entre en ella, a partir de aquí se toman mediciones de los valores de infiltración que van surgiendo. Hay que tener en cuenta, durante el proceso en tener las puertas y ventanas que dan al exterior cerradas y las interiores abiertas.
Desde el revestimiento, hay materiales que resultan estancos al aire como el yeso y el hormigón. Aun así no tenemos elementos de refuerzo como las cintas especiales de hermeticidad que se emplean cuando se instalan diferentes elemento en la envolvente del edificio.
Otra forma para controlar las corrientes de aire son las barreras de aire que evitan las infiltraciones no deseadas, siendo como una piel que protege la cubierta, fachada y suelo, es decir, toda la envolvente controlando el movimiento del aire tanto en su interior como en su exterior.
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“Hacemos relativamente sencillo lo extremadamente complejo”