Si uno de tus propósitos para el año 2020 es tener un estilo de vida más sostenible, entonces esto te interesa, ya que hemos recogida 7 ideas para que puedas llevar una vida más eficiente y orgánica dentro de tu hogar, optimizando los recursos.
1. Ahorra en electricidad
El primer paso para convertir tu vivienda en un lugar más sostenible es reducir el consumo de energía que necesitas en la red. Una opción inteligente es la instalación de placas fotovoltaicas, que son una opción viable para muchas viviendas del país teniendo en cuenta que España es uno de los países de Europa con más horas de sol.
2. Invierte en calor
Algunas opciones pueden ser la instalación de un suelo radiante, el cual requiere de una inversión inicial pero es uno de los sistemas más eficientes, o bien, las calderas de biomasa, que son alternativas a las chimeneas tradicionales y son perfectas para nuestro hogar. Además es inevitable hacer uso de la calefacción en los meses más fríos y del aire acondicionado para no morir de calor en verano. Pero rebajar el consumo de estos es básico para hacer de tu hogar más sostenible. Puedes disminuir el consumo de calefacción regulándola a 20 ºC. El aire acondicionado, por otro lado, está bien a una temperatura de 26 ºC.
3. Luz natural
Intentamos aprovechar la luz natural todo lo que sea posible y por eso siempre recomendamos a la hora de escoger nuestra casa, fijarnos en la medida de las ventanas y en que (si elegimos un piso) sea exterior. Pero cuando no tenemos una vivienda especialmente luminosa, es mejor elegir bombillas LED. El bajo consumo de la luminaria nos permitirá un importante ahorro energético, además de una mayor durabilidad y el planeta también te lo agradecerá.
4. Usa el standby
Todos, sin excepción, desobedecemos esta premisa. Ya sea por pereza o simplemente por rutina, nos dejamos encendidos todo tipo de electrodomésticos durante largos periodos de tiempo. Un error fatal si lo que pretendemos es no gastar. Además de suponer el 20% del total de la factura, este mal uso de los aparatos eléctricos representa el 1% de los gases invernadero que se emiten a la atmósfera. ¿Cómo podemos solucionarlo? Fácil: sólo tenemos que comprar una regleta automática cuya luz servirá de recordatorio a la hora de irnos a dormir. Y aunque no podamos vivir sin el móvil, mejor ponerlo a cargar una vez que nos hayamos levantado.
5. Un buen aislamiento
Es una de las medidas más efectivas y a la que menos recurrimos. Aunque queramos un espacio con grandes ventanales por las que entre mucha luz natural y si es posible, que entre el calor del sol, lo cierto es que: por las ventanas, y más si vivimos en un espléndido edificio del XIX o anterior, se escapa la calefacción. Por ello es recomendable aislar, sellar e impermeabilizar las ventanas de tu hogar, con el fin de evitar la humedad y que entre el frio o salga el calor.
6. Tejidos naturales
Mohair, lana o algodón son algunos de los tejidos orgánicos que nunca pasan de moda y que, a diferencia de los artificiales, son más cómodos, resistentes y complacientes al tacto. Además, permiten conservar en mayor medida el calor de la habitación.
7. Reusar
¡No lo tires! Todos tus objetos se merecen una segunda vida y puedes darles un nuevo significado. Para ello solo se necesita una gran dosis de creatividad y maña, que le aporta a la pieza un valor artístico y que contribuye al bienestar del planeta. Los japoneses, a su manera, llevan haciéndolo siglos mediante la técnica milenaria Kintsugi, ahora más actualizada que nunca. En esta fantasía el vidrio de las botellas puede convertirse en esculturales lámparas de diseño o los palets en impresionantes librerías. Un arte que además, sirve como terapia de relajación (si te sale a la primera). ¿Y tú, ya lo has probado?
Estos son algunos ejemplos de pequeños cambios que puedes poner en práctica en tu hogar u oficina para ser energéticamente eficiente, además de ahorrar dinero y sobre todo, contribuir a la conservación del medio ambiente para un mundo y futuro más sostenible.
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“Hacemos relativamente sencillo lo extremadamente complejo”